Como sucede con otro tipo de productos, en el caso de las calderas de vapor podemos hablar que existen distintos modelos. Su elección dependerá fundamentalmente del uso que vayamos a darle y del objetivo que tengamos con ella.
Por ejemplo, en lo que se refiere al sitio de aplicación de las calderas de vapor podríamos decir que existen calderas de vapor para residencias, calderas de vapor comerciales y calderas de vapor para dar servicios e industriales.
En estas últimas es en donde hay que prestar mayor atención ya que su instalación debe de cumplir con ciertos reglamentos específicos con el fin de brindar la seguridad necesaria en cada caso.
Por otro lado, podemos dividir a las calderas de vapor según el tipo de instalación. En este caso existen las calderas de vapor con modelos murales, que suelen ser de potencia muy pequeña mientras que están las que se instalan en el suelo que suelen tener una potencia mayor.
Otra diferencia que encontramos en las calderas de vapor es que si aportan calor para el sistema de calefacción o por el contrario son capaces de generar también agua caliente. En este último caso, a las calderas de vapor, se les suele llamar calderas mixtas.
También podríamos clasificar a las calderas de vapor según el tipo de combustible que hacen uso ya sea el gas natural, el gasóleo C, el propano, la biomasa, el carbón, entre otros.
Si se toma en cuenta el rendimiento energético de los equipos, entonces podemos clasificarlos como calderas estándar, calderas de baja temperatura o calderas de condensación.
Por supuesto que existen mayores clasificaciones pero en rasgos generales podríamos decir que son estas y que su elección en gran medida siempre dependerá de los objetivos que tengamos teniendo en cuenta que la instalación de una caldera de vapor industrial siempre está para aportar mayores beneficios a nuestra empresa.